Los dientes, al igual que el resto del cuerpo, necesitan nutrientes para vivir y protegerse. Algunos de estos nutrientes son el flúor, el calcio, el fósforo y las vitaminas.
Una dieta equilibrada es fundamental para tener unos dientes fuertes y unas encías sanas; el pescado, el marisco, las verduras, hortalizas, legumbres y cereales son alimentos buenos para los dientes.
Por contrario si abusas de alimentos poco saludables como aquellos ricos en azúcares refinados, aumentarás tus posibilidades de padecer caries y serás más propensa a ellas.
Recuerda que los azúcares están presentes en multitud de alimentos tales como caramelos, chocolatinas, pasteles, bebidas gaseosas y los zumos preparados. Por ello, en lugar del dulce procura terminar la comida con algún lácteo como el queso ya que tiene un efecto protector sobre los dientes.
Además, es conveniente moderar el consumo de café y té para evitar manchas en la coloración y superficie de los dientes. Y por supuesto, no olvidar cepillarse tras cada ingesta eliminando así los restos de alimentos para disfrutar de una boca sana y un aliento fresco.
Evita usar los dientes indebidamente, no rompa cáscaras con ellos ni te muerdas las uñas ya que estos actos pueden ocasionar pequeñas fisuras o incluso grandes fracturas. Si te gusta mascar chicle te recomendamos aquellos sin azúcar que tengan xilitol, un componente que ayudará a prevenir la caries.
Y si cuidas tu dieta, cuida también la de tus hijos. Los niños tienen un esmalte más débil lo que les hace más propensos a padecer caries, procura proporcionarles una dieta baja en dulces y una higiene correcta.
Y, por supuesto, visita a su dentista regularmente, ya que cuanto antes se detecte una caries más fácil será de tratar.