Los retenedores son un elemento indispensable al finalizar un tratamiento de ortodoncia. Se trata de una férula transparente de plástico fabricada con las medidas exactas de la dentadura del paciente para evitar que se muevan los dientes. Aunque son de quita y pon y se llevan tan solo varias horas al día, es común que acaben almacenando bacterias y estas pasen a nuestros dientes y se forme más placa dental.
Un recubrimiento anti placa dental
Unos investigadores de la Universidad Kayung Hee, en Corea, han dado con la fórmula para acabar con esto. Han diseñado un recubrimiento, un gel, con un poder antibacteriano excelente. Al introducir este compuesto en los retenedores se comprobó que el crecimiento bacteriano era un 75% menor.
Además, por si fuera poco este poder, comprobaron que los retenedores que contenían este nuevo recubrimiento antibacteriano eran también más resistentes y duraderos que los que no estaban tratados con dicho gel.
¿Por qué son necesarios los retenedores después de la ortodoncia?
Podemos pensar que para evitar los problemas de placa dental de los retenedores es tan fácil como no llevarlos, pero no debería ser una opción. Los dientes tienen memoria, y tienden a volver a su posición inicial con el tiempo. Por ello, al acabar el tratamiento de ortodoncia es necesario llevar los retenedores (son transparentes, no se ven) para ayudar a fijar más la nueva posición.
Gracias a ellos se mantendrán fijos más tiempo. Llevarlos no supone mucha molestia, en general suelen llevarse dolo durante unas horas al día, normalmente por la noche. De lo contrario corremos el riesgo de que pasado un tiempo, los dientes se descoloquen de nuevo. Tiempo y dinero perdidos.