Muchas personas piensan que, para obtener una mejor limpieza dental y eliminar todas las bacterias, es necesario ejercer una fuerte presión al cepillarse.
Otras lo hacen sin darse cuenta, y a las pocas semanas de usar un cepillo este tiene las cerdas abiertas.
Este hábito, que los dentistas llaman cepillado dental agresivo, puede dañar seriamente tus dientes y encías. También puede producir sensibilidad dental.
Si apretamos demasiado el cepillo contra nuestros dientes o encías, nos cepillamos con demasiada frecuencia al día o empleamos un técnica inadecuada, podemos sufrir las dos principales consecuencias de un cepillado agresivo:
· Abfracciones dentales: Desprendimiento de esmalte en el cuello del diente.
· Recesión en las encías: Inflamación y retracción de los tejidos de las encías que deja al descubierto parte de la raíz de los dientes. Esto no sólo trae consecuencias estéticas, sino también hipersensibilidad dental y mayor riesgo de sufrir caries.
Los profesionales de la Clínica Dentista Armilla nos dan todas las claves para realizar un cepillado sano que no cause ningún tipo de problema en tus dientes:
· Convierte el cepillado en una rutina de tres veces al día y con una duración de 1 a 3 minutos.
· Utiliza un cepillo de cerdas medias o suaves, evitar los cepillos de cerdas duras que favorecen la erosión de la dentina.
· Haz movimientos cortos y en movimientos circulares.
· No apliques más presión de la necesaria.
· Coloca tu cepillo a 45º con respecto a las encías.
En la Clínica Dentista Armilla somos expertos en el cuidado de tu sonrisa. Para más información no dude en acudir a nuestra clínica.