La fobia dental o ansiedad dental es el miedo a la odontología y a los cuidados dentales. Este miedo puede llegar a ser tan intenso que las personas pueden evitar buscar la atención y el tratamiento dental necesarios, incluso cuando experimentan dolor y problemas dentales. Si bien la mayoría de las fobias son irracionales o excesivas, en algunas situaciones lo que se denomina “fobia dental” puede estar basado en una mala o traumática experiencia previa con la odontología, y puede ser más parecida a un trastorno de estrés postraumático que a una verdadera fobia. En otros casos, puede ser racional.
Algunos dentistas y psicólogos especialistas pueden ayudar con el manejo de una fobia dental.
¿Cuáles son los síntomas?
La fobia dental se caracteriza por un miedo extremo a los dentistas y a los cuidados dentales, que incluye ir al
dentista, hacerse un trabajo dental e incluso los sonidos y olores asociados con una cirugía dental.
Las personas con fobia dental a menudo experimentan una variedad de síntomas físicos y emocionales cuando se enfrentan a la perspectiva de visitar a un dentista. Estos pueden incluir:
- Ansiedad intensa o pánico ante la idea de ir a una cita dental. Conducta de evitación, como posponer o cancelar a menudo las citas con el dentista.
- Síntomas físicos que pueden incluir temblores, sudoración, ritmo cardíaco acelerado, náuseas y sensación de desmayo o mareo.
- Dificultad para respirar
- Sensación de pavor o fatalidad y una sensación de intensa preocupación antes de la cita con el dentista.
- Angustia emocional.
Causas de la fobia al dentista
Puede haber una serie de causas o factores que contribuyen a una fobia al dentista, entre ellos:
- Experiencia pasada negativa: el miedo a los dentistas o al cuidado dental puede tener una raíz completamente lógica: en muchos casos, el paciente ha tenido una experiencia desagradable o incluso traumática con un procedimiento dental en el pasado, que puede dejar cicatrices emocionales duraderas.
- Miedo al dolor: el miedo a sentir dolor durante un procedimiento dental es un desencadenante común de la fobia al dentista.
- Miedo a la pérdida de control: algunas personas pueden sentirse vulnerables durante una cita con el dentista o mientras están en la silla del dentista.
- Miedo a las agujas: las inyecciones pueden ser una parte necesaria del procedimiento dental, para adormecer el área que se está tratando. Si una persona tiene miedo a las agujas o a las inyecciones, esto puede sumarse a cualquier fobia existente que pueda tener.
- Sensibilidades sensoriales: algunas personas pueden experimentar una mayor sensibilidad a los sonidos, olores y sensaciones que se encuentran en una clínica dental.
¿Cómo se puede prevenir?
Con los avances dentales modernos, tanto en la práctica como en la atmósfera más positiva que las clínicas intentan crear, existe un verdadero esfuerzo por reducir las asociaciones negativas con la odontología. Sin embargo, las fobias son afecciones psicológicas complejas y son difíciles de prevenir.
¿Cuál es el tratamiento?
Si tienes miedo al dentista, sigue siendo importante mantener el cuidado dental por el bien de la salud dental. Encontrar un dentista comprensivo con un buen trato es clave para superar cualquier miedo. Al igual que con muchas fobias situacionales, una de las formas de tratar el miedo es enfrentarlo, para desensibilizarse gradualmente al entorno dental. Esto se puede hacer:
- Visitando la clínica para conocer al dentista y al personal antes del primer control.
- Reserva la cita temprano por la mañana para reducir el tiempo que dedica a pensar en ello.
- Pídele a un amigo o familiar que lo acompañe a la cita.
- Para los pacientes que están extremadamente nerviosos, algunas clínicas especiales ofrecen sedación para relajarlos.
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